Tener
la posibilidad de formar parte de un evento TEDx, es una experiencia única,
sorprendente, extraordinaria, cargada de entusiasmo, creatividad, cooperación, ilusión…
Es ese tipo de experiencias que deseamos compartir, y en un afán de dar a
nuestra explicación todo el contenido que merece, finalmente decimos a nuestro
interlocutor: ¡Lo tienes que vivir!
Te hace
mirar al futuro, despertar tu espíritu crítico, activar tu motivación, mirar tu
entorno y a quienes te rodean con visión de aprendizaje continuo, te invita a
romper esquemas, a entender que ya no hay lugar para las barreras geográficas,
ni para otras muchas con las que anteriormente esta sociedad ha vivido, te
despierta una incesante inquietud hacia observar nuevas posibilidades y
expectativas para este mundo en el que vivimos, entre otras muchas sensaciones
y valoraciones.
Quizás
desde fuera, pueda parecer que la experiencia TEDx nos hace soñar despiertos,
pero estamos bien seguros del rumbo que hay que tomar, y hacerlo con
determinación, a conciencia y con los pies bien puestos en tierra firme.
A día
de hoy, y habiendo dejado pasar un cierto espacio de tiempo, pues mi
experiencia TEDxBaluarte tuvo lugar el pasado 30 de mayo, tengo la certeza de
compartir esto con vosotros no sintiéndome en absoluto influenciada por la
pasión o la euforia del momento, y os invito desde la templanza:
¡TENÉIS QUE
VIVIRLO!